LA POSTURA.
Cualquier situación en la que te veas obligado a permanecer inmóvil durante largo tiempo, debes adoptar la postura mas cómoda posible para evitar el cansancio y la fatiga.
En el Tiro Olímpico, la posición debe entrenarse para poder ejecutarla de forma natural y permita soportar la tirada, sin tensiones musculares que vayan en detrimento del rendimiento y la pérdida de concentración, propia de orientaciones incómodas.
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Sobre esta técnica hay mucha literatura, mucho "estudio científico" incuso algún que otro cálculo matemático.
Yo tengo mi experiencia particular. Creo firmemente que en este deporte, tenemos que huir de la parafernalia y concentrarnos en lo fundamental.
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La postura ideal es aquella que permite posicionarte, levantar el brazo, encarar el arma y mantenerla alineada con diez.
Para llegar e esto lo trabajaremos de la siguiente manera: Posición en el puesto, mirada al frente, no al blanco, al efectuar el disparo, el "taladro" debe aparecer en la diana. No importa en que parte. Da igual que sea en el ocho que en la zona blanca. Un segundo tiro, sin mover los pies, debería hacerse visible encima o por debajo del primero. Nunca a la derecha ni a la izquierda y así sucesivamente.
Finalizado el entrenamiento, todos los impacto formarían una linea mas o menos vertical. Nuestro objetivo debe centrarse en corregir la postura de los pies.
Cuando seamos capaces de ir agrupando hacia el centro, con la misma técnica, estaríamos en disposición de variar la técnica para conseguir dominar la zona horizontal.
Los entrenamientos para el aprendizaje de cosas, resultan casi siempre pesados pero tienen la ventaja de que una vez dominados el hábito permanece con todas los beneficios asociados. Solo es cuestión de perseverancia y tenacidad. Esto no va, lógicamente con los tiradores de fin de semana. La alta competición es quien saca provecho de estas especializaciones.
Hasta la próxima.