Con el ejercicio mental dominado, lo siguiente es fortalecer de manera sencilla los músculos de las piernas, brazos y marcha. En total una hora diaria. El secreto, la constancia.
Nada de largas sesiones de gimnasio, para estar en buena forma física. Solo precisamos de voluntad para mover nuestro cuerpo de forma armónica y constante.
Como complemento, la marcha lo mejor. Es de los pocos ejercicios, casi completos, que para practicarlo sólo se necesita querer, no es necesario ningún tipo de instalación.
Ya tenemos el entrenamiento psíquico y físico. Aliñar con constancia y voluntad. el resultado en extraordinario.
El arma para otro día.
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